Junto a "encaje a aguja", uno de los dos tipos principales de encaje hecho a mano. Se caracteriza por estar hecho de hebras entretorcidas que son enrolladas en canillas o bobinas y trabajadas sobre una almohadilla, sobre la cual los motivos están marcados con alfileres; el encaje es trabajado con ambas manos moviendo las bobinas de lado a lado para formar una trenza, un galón o un género llamado "toile." Se usaban pesos de plomo o huesos. Probablemente fue desarrollado a comienzos del siglo XVI en Flandes. Los primeros encajes de bolillos fueron usados frecuentemente como golas y cuellos y se caracterizan por hileras de profundos puntos angulares en una banda angosta.